viernes, 29 de mayo de 2009

Me gusta creer que no se conecta porque yo tampoco lo hago.

jueves, 28 de mayo de 2009

Sentir.

- Dios, DIOS, DIOOS. ¡Como la amo!
- ¿No estarás exagerando?
- Noo, ¿no sentiste las cosquillitas?
- Sí, pero ¿para tanto?
- Cada día es MAYOR, y no lo puedo EVITAR.
- Mmm, pero vos sabés que yo sé la verdad.
- Y yo no la quiero ver.
- ¿Estás feliz, no?
- Como se nota que me conocés.
- No por nada soy tu inconciente.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Nacimos para esto.

- ¿Otra vez con Leo? ¡Que piba!
- Pero, ¿por qué te enojás, mi amor?
- Porque te hace mal, y yo no quiero que estés mal.

- Te amo.


Definitivamente, mis tardes son otras cuando estoy con vos, cuando me mirás fijo a los ojos, cuando esos labios me sonríen, cuando tus brazos me protejen de cualquier mal. Cuando no quiero que me abandones, ni que se termine el día. Todo es soleado y lindo, como cuando te conocí por primera vez. No me canso de escuchar tus respiros, tus quejas, tus dramas, tus peleas y berrinches, ni siquiera esos repetitivos pero no sufientes 'te amo'. Esas dulces imperfecciones tuyas, que hacen brotar mariposas aún estando en otoño, que me enmudecen y hasta a veces no puedo gritarte todo lo que siento por vos. Y no sé si no te das cuenta, pero cambiás mi mundo si puedo escuchar tu voz, o apreciar tu figura; aunque sea por un ratito.

lunes, 25 de mayo de 2009

Tiempo.

I'm desperate for your voice,
listening to the song we used to sing.


N
o fué otra tarde otoñal. Hizo calor, mucho. Y después, con el recuerdo de otros tiempos, llegó la hermosa y reparadora lluvia. La mezcla de la tan fresca brisa que la lluvia desechaba y la música tan aterciopelada y melosa no fué menos, y otra vez me encontré pensando en esa personita especial. ¿Quién lo hubiera imaginado, tiempo atrás? Sí, lo sé, yo tampoco. Pero, el tiempo pasa, y no viene ni se va solo. Por eso hoy aprovecho y valoro lo que tengo, dentro de eso, a ella y todo lo que me brinda. Porque quizás mañana (Dios no quiera), ya no la tenga.

Y me acordé que hace mucho que no la veo, y que la extraño tanto.

Incomprendida.

- Ni con decirte que te amo mucho, muchísimo, demasiado, me alcanza.
- No entendí.
- No importa.



Es el día de hoy que me atrevo a hecharle la culpa de mi felicidad diaria, sin ella no sería quién soy. Así que, ojalá nunca me falte. Si no, el mundo conocerá las consecuencias.